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La libertad del creyente

23 Es verdad que «todo está permitido», pero no todo es provechoso ni edifica a los demás. 24 Uno no puede pensar sólo en uno mismo. Hay que pensar en lo que conviene para el bien de los demás.

25 Coman de cualquier carne que se venda en la carnicería. No pregunten nada, por motivos de conciencia.

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